Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 

Astronomía CulturalLic. Verónica Pernicone, Docente de EnDiAs

Una rama de la astronomía analiza la eterna relación de la humanidad con el cosmos.

 

Desde la medianoche el astrónomo había estado observando el cielo. Horas después toda su atención se concentraba sobre el horizonte, hacia el este, donde la claridad del alba comenzaba a insinuarse. Entonces la vio, era apenas un punto brillante que competía con el resplandor solar que aumentaba inexorablemente. Sonrió, satisfecho, porque la estrella que había estado esperando no había faltado a su cita anual.  

Este episodio podría haber ocurrido anoche, o hace un mes, o tal vez hace un año, en un moderno observatorio europeo. Pero tuvo lugar hace mil años en la cumbre de una pirámide maya. Podemos saberlo gracias a una rama de la astronomía que estudia los asombrosos conocimientos que alcanzaron los astrónomos del pasado haciendo uso, tan sólo, de instrumentos de observación rudimentarios.

La astronomía cultural es la especialidad que investiga la manera en que los seres humanos se han relacionado con la bóveda celeste desde la más remota antigüedad hasta la actualidad. Presenta tres divisiones: la historia de la astronomía, que recorre el desarrollo académico de esta ciencia en el mundo occidental; la arqueoastronomía, que considera el vínculo de los humanos con el cielo a partir de los vestigios arqueológicos; y la etnoastronomía, que analiza cómo se establece ese mismo vínculo en las poblaciones actuales. 

Hasta ahora, los estudios arqueoastronómicos y etnoastronómicos no han sido numerosos en la Argentina, pero recientemente han recibido un gran impulso porque, con el fin de promover estas disciplinas en nuestro medio, el grupo de investigadores que integra la Sociedad Interamericana de Astronomía Cultural, llevó a cabo entre el 26 y el 30 de noviembre de 2012, la Primera Escuela Interamericana de Astronomía Cultural en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, Argetnina. El objetivo del encuentro fue dar a conocer estos temas entre los futuros investigadores, por tal razón fueron invitados a participar no sólo graduados sino, principalmente, estudiantes, en especial de las carreras de astronomía y antropología. La convocatoria fue exitosa, ya que concurrieron alrededor de cien alumnos provenientes de nuestro país y del exterior. El comité organizador estuvo formado por: Sixto Giménez Benitez (FCAG), Alejandro López (FFyL), Cecilia Gómez (FFyL), Ignacio Ranea Sandoval (FCAG) y Rodolfo Vallverdú (FCAG), pertenecientes a las universidades nacionales de Buenos Aires y La Plata. El evento contó con la presencia de profesionales ampliamente reconocidos a nivel mundial que expusieron sus temas a lo largo de la semana.

En el campo de la arqueoastronomía, la investigadora austríaca, Johanna Broda, radicada en México hace cuarenta años, analizó la relación entre la astronomía y los paisajes rituales en Mesoamérica[1]. Broda sostiene que la astronomía formaba parte de la observación de la naturaleza en su totalidad y, por lo tanto, estaba profundamente ligada a la cosmovisión en el mundo precolombino. Destacó la importancia de los cerros sagrados y comparó ciertos aspectos del culto a las rocas que se reiteran de modo similar en Mesoamérica y en los Andes. Por su parte, Juan Antonio Belmonte, experto español en arqueoastronomía del Mediterráneo, explicó las bases metodológicas de la investigación arqueoastronómica y se explayó sobre el alineamiento con solsticios o equinoccios de sitios megalíticos[2] europeos y del norte de África, concluyendo con un bloque dedicado a la cultura egipcia. Su colega César González, también proveniente de España, introdujo la arqueoastronomía de tiempos históricos con su estudio acerca de la orientación de iglesias paleocristianas, prerrománicas, románicas y altomedievales.

Las investigaciones etnoastronómicas también formaron parte de los contenidos desarrollados durante esa semana. La brasileña Priscila Faulhaber discutió problemas de traducción cultural a partir de la manera en que los diferentes pueblos originarios del Brasil explican el universo y conceptualizan las relaciones entre el cielo y la tierra. A su vez, la antropóloga chilena Fabiola Jara mostró las diversas problemáticas derivadas de sus investigaciones en Surinam, que abarcan desde la conexión de las actividades de subsistencia con la observación del paso de Orión, las Pléyades, el Escorpión y el Can Mayor, hasta las nociones cosmológicas vinculadas con las ceremonias de curación realizadas por los chamanes. Finalmente, la rica tradición de los Andes Centrales fue presentada por el investigador boliviano Gonzalo Pereira, quien se centró en el área del lago Titicaca, los mitos en torno a la Isla del Sol y la relación entre la Virgen de Copacabana y la astronomía precolombina.

Nuestro país estuvo representado por Alejandro López, licenciado en astronomía y doctor en ciencias antropológicas, quien brindó una introducción al método etnográfico y a los conceptos fundamentales que se utilizan en etnoastronomía, para luego explicar las relaciones que algunos pueblos originarios del Chaco establecen entre la Virgen María, las mujeres celestes que figuran en sus mitos, las Pléyades, la Vía Láctea y los meteoritos de Campo del Cielo.    

Nayic moqoit - La Via Láctea

La calidad de las exposiciones y la variedad de los temas tratados formaron un excelente marco para la difusión de la arqueoastronomía y de la etnoastronomía en el ámbito académico local. La trascendencia de esta reunión es indiscutible, y seguramente será recordada como un hito en la historia de la astronomía cultural en la Argentina.  

Continuando con el espíritu interamericano que aúna a los investigadores de la Sociedad, ya se han propuesto futuros encuentros en distintos países del continente. La próxima cita será en Perú y, sin dudas, despertará el mismo entusiasmo que reinó meses atrás en el observatorio platense. 

La humanidad es hija de las estrellas, como tan claramente lo explicó Carl Sagan en sus obras de divulgación. Los elementos químicos que componen nuestros cuerpos se originaron en las reacciones termonucleares que se producen en los núcleos estelares. Por eso, nuestros ancestros no estaban tan  equivocados cuando buscaban en el cielo a sus creadores. Esta íntima relación entre el hombre y el cosmos siempre ha existido, y la astronomía cultural proporciona las herramientas científicas para estudiar un patrimonio astronómico olvidado por los habitantes de las grandes ciudades, que ya no acostumbran a organizar sus vidas según el movimiento de los astros. La recuperación de ese saber perdido nos permite conocer un aspecto de nuestro pasado que resulta sorprendente, y que al mismo tiempo nos inspira para volver a observar, como antaño, el firmamento.                


[1] Término acuñado por el filósofo y etnólogo alemán Paul Kirchhoff, que engloba a los actuales territorios de Guatemala, el Salvador, Belice, el oeste de Honduras, Nicaragua y Costa Rica, y la mitad meridional de México, en base a la unidad cultural que mostraban las sociedades prehispánicas de esa región, a pesar de su gran diversidad étnica y lingüística.

[2] Construcciones hechas con grandes bloques de piedra que se levantaron en Europa desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce.

 


 

Vínculos relacionados

Programa oficial de la Escuela de Astronomía Cultural

Astronomía en la Cultura, grupo que trabaja en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata