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Por Joaquín Antonio De La Rosa

Ahora que estamos cerca de las navidades y de reyes, uno se pregunta sobre la estrella de Belén. ¿Que fue esa estrella? ¿Quiénes eran esos reyes magos?

 

En la biblia, en el evangelio de San Mateo, habla de los "Magos".

En San Mateo cap 2;2 " Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del Oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle."

Si analizamos ésta fragmento, habla de unos magos. En ningún momento menciona que sean reyes, ni cuántos eran, tampoco sus nombres.

En la antigüedad, en oriente, se le denominaba magos a sacerdotes que eran astrólogos/ astrónomos, (ambas en la antigüedad estaba entrelazadas), filósofos y matemáticos. Que provenían de Persia.

Ellos habían presagiado el acontecimiento por la aparición de una estrella que los guiaba al cristo rey.

¿Que era esa estrella?

Bueno aquí entramos en un debate.

Donde hay tres posibles eventos.

Debemos decir en primer lugar, que Jesús nació cuando Herodes rey vivía, y según el escritor e historiador judío, Flavio Josefo, escribe que  Herodes muere en el año 4 AC. Aclaro que Josefo vive en tiempos de Jesús hasta su muerte en el año 50 DC.

Otro dato, es el calendario que usamos. Fue creado, en el siglo VI, por un monje llamado Dionisio "El Exiguo", con lo cual los romanos, reemplaza el antiguo calendario romano (que comienza con la Fundación de Roma) por el actual.

Pero Dionisio comete dos errores, el primero, es tomar como inicio de la era cristiana, el gobierno de Augusto cuando nació Jesús. Pero Augusto ya había gobernado 4 años antes con otro nombre, Octavio, así que erró sus cálculos por  4 años. A eso habría que sumarle el segundo error que fue, no incluir el año "0".  O sea que Jesús podría haber nacido 4, 5 o 7 años AC. 

Otro error es que Jesús no nace un 25 de diciembre, si no en Primavera, aproximadamente en  Abril. Tengamos en cuenta que en Belén, las temperaturas son bajas en diciembre. Y  los pastores tenían a sus rebaños en el campo. 

Volviendo a los posibles eventos.

El primero, es  la posible aparición de un cometa. Hecho que fue escrito y documentado por los chinoS, en el libro conocido como Hanshu donde se habla de la aparición de un cometa en el año 7 A.C. y fue observado durante 70 días.

El libro de Hanshu, es un clásico de la historia de china durante la dinastía Han desde 206 AC hasta 25 DC. Y  se terminó en 111 DC. Describe todos los acontecimientos ocurridos en esa dinastía.

El inconveniente que tiene de aceptar la aparición de un cometa, es que en épocas antiguas, estos cuerpos celestes auguraban desgracias a la población o muerte de un rey. Esto se contradice a lo presagiado por los magos del nacimiento de un rey, que era un buen augurio. 

El segundo, es la posible alineación planetaria, posiblemente Júpiter y Saturno. No olvidemos que antiguamente los planetas se consideraban estrellas errantes, de ahí `proviene la palabra planeta. Como dije anteriormente, los magos eran astrólogos/astrónomos, una pseudociencia y una ciencia que estaban unidas en una sola. Estos magos veían acontecimientos astronómicos que solo ellos detectaban y no la gente común. Y mezclaban lo místicos con la ciencia. 

En San Mateo cap. 2:9 “”Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

Como sabemos, los planetas exteriores tienen un comportamiento extraño en cierto momento, lo hemos visto muy seguidamente con el planeta Marte. Ese comportamiento se lo llama retrógrado. Lo difícil es observar ese comportamiento en dos planetas alineados y que ambos lo hicieran y estando tan cerca uno de otro. Pero esto ocurre aproximadamente cada 800 o 900 años. Llegando a interpretarse en determinado momento, que la estrella se detiene y retrocede. Los magos lo deben haber observado como un evento astrológico, que no podían explicar de otra forma. Ahora bien, según ellos Júpiter representaba el nuevo rey, y Saturno, el viejo rey, y esto ocurría en la constelación de PISCIS, que representaba la nación judía y esto lo  interpretaban como un cambio de reyes. Estos datos aparecen en una tablilla babilónica fechada en el año 7 AC, en Babilonia, ¿pero cómo hicieron para recorrer esa distancia hasta Judea?. La respuesta es que la conjunción duró alrededor de tres meses. Suficiente tiempo para recorrer esas distancias. Para ellos como sacerdotes era importante el evento y realizar el viaje.

El tercero, es la posible combinación de una alineación planetaria entre Júpiter, Saturno, Marte y la  explosión de una supernova o nova.

Johannes Kepler, en 1604, observa la aparición de una estrella nova, en la constelación de Ofiuco, pero no solo hace esa observación, también registra una alineación planetaria de Júpiter, Saturno y Marte  junto a esa nova. No pocos se apresuran a contarlo e interpretarlo, y los más coinciden en la antigua predicción Nova stella, novus rex (Estrella nueva, rey muerto)

Kepler llevaba ya un tiempo estudiando la llamada “gran conjunción “. Es el nombre que recibe la aproximación relativa de los dos planetas mayores, Júpiter y Saturno. Dado sus grandes periodos orbitales, solo se repite cada 18 o 20 años. Aún más. En contadas ocasiones, cuando los planetas coinciden en su mayor oposición al sol, también coincide su ascensión recta, por lo que pueden llegar a juntarse hasta tres veces en el intervalo de solo meses. A este fenómeno se lo denomina “triple conjunción”. Ocurrió en 1604, pero también en 1682, 1821,1941 y 1981. Para la próxima habrá que esperar hasta el año 2238.

Dado que estas grandes conjunciones se mueven a lo largo del Zodíaco, existen un patrón conocido muy del gusto de los astrólogos, y que marca un ciclo mágico de 800 años. Kepler, como astrónomo y astrólogo, lo sabía y justo a finales del año 1603 daba comienzo uno de estos intrigantes ciclos. El anterior había coincido con la aparición del emperador Carlomagno. Y dos ciclos atrás -1600 años  - casi con la llegada de Jesús.

Cuando Kepler tuvo conocimiento, de un monje polaco, Laurentius Suslyga quien publicó los errores del monje Dionisio “El Exiguo”, ató cabos. Había que restar cuatro o cinco años a la triple conjunción que él había calculado con la mayor de las precisiones. Los astros se habrían juntado en el cielo hasta tres veces durante el año de la Encarnación divina. ¿No habría esto llamado la atención de los tres Reyes Magos bíblicos? ¿No habría una conexión singular? (Y esto sin tener en cuenta que hubiera podido aparecer otra estrella nova como la que él había observado).

En la actualidad sabemos que la nova reportada en 1604 por Kepler es, realmente, la última supernova conocida en la Vía Láctea; la anterior, de 1572, la observó su maestro Tycho Brahe. Sabemos de pocas más en nuestra galaxia (en el año 1006, en 1054 –la famosa Nebulosa del Cangrejo–, o en 1181), pero solo podemos remontarnos hasta el año 185 d.C. para tener registros de la más antigua citada por astrónomos chinos. No parece entonces que la conjunción de Júpiter y Saturno del año “0” viniera acompañada de efectos especiales adicionales, e incluso se conoce que la separación relativa entre ambos planetas en esas fechas (aproximadamente de un grado, equivalente a dos discos lunares) no la hace demasiado espectacular. Algunas hipótesis apuntan a que, si realmente existió la estrella de Belén, puede que fuera una combinación de fenómenos astronómicos, como la propia conjunción mencionada, una ocultación de Júpiter tras la Luna, y una nova  o mero cometa citados por antiguos astrónomos orientales.

Sea como fuera, la tradición cristiana de la aparición de la estrella de Belén está muy arraigada y puede tener, en efecto, una explicación completamente astronómica. Para los muy creyentes bastará con pensar en un milagro. 

 

 

 

JOAQUÍN ANTONIO DE LA ROSA 

Referencias:
La BIBLIA
David Hughes (astrónomo y escritor)
Johannes Kepler y la Estrella de Belén (A. J. Sachs y C. B, F, Walker)
Enrique Joven Álvarez (doctor en ciencias Físicas )