El miércoles 30 de marzo de 2011, concurrimos a la Sociedad de Fomento del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas Argentinos (SOEVA), sede que se encuentra en la ciudad de San Miguel, Provincia de Buenos Aires.
Ese día, de la mano de Carlos Marzocchini, nos hicimos presentes para compartir nuestra pasión por la astronomía. Llevamos un telescopio refractor y punteros laser. Habían cortado la calle, y allí mismo Néstor Vinet con un laser verde, comenzó a señalar a simple vista, las constelaciones y la ubicación de los planetas.
Para mejorar la visión a través de los telescpopio, es necesario estar en una zona oscura, para que las pupilas se dilaten y dejen pasar mas luz de las tenues estrellas lejanas. Para que los ojos se acostumbren a la oscuridad, decidimos trasladarnos adentro del predio de la sociedad de fomento, para escaparnos de la contaminación lumínica que producen las luces de la calle. Colocamos dos telescopios reflectores, más grandes que el primero, y entre Jorge Escudero, Nestor, Carlos y Manuel, hicimos pasar a los concurrentes para que observen: la estrella Sirio, el planeta Saturno, la nebulosa Carina, hermosos cúmulos de estrellas como El Joyero cerca de la Cruz del Sur, etc.
Mas tarde llegaron Rafael Girola y Daniel Cabezas, y aportaron lo suyo en la observación y la entretenida charla. Rafael brindó luego, una pequeña exposición sobre el Universo y cómo esta constituído. Estrellas agrupadas en galaxias. Agujeros negros que no se ven pero emiten radiación a medida que consumen todo lo que encuentran cerca suyo. Telescopios espaciales que pueden ver el infrarojo, los rayos x, los rayos gamma y el ultravioleta. Habló del tiempo que tarda la luz en recorrer enormes distancias entre estrellas y galaxias, y nos hizo reflexionar en la idea de que todo lo que vemos es una imagen del pasado, una foto del momento en que una estrella o una supernova emitieron esa luz que recién hoy llega a nuestros ojos.
Para amenizar la reunión, la gente de SOEVA nos preparó unas ricas pizzas, y al final, café con torta. Todo fue muy agradable, y transcurrió en un clima de bullicio al principio, cuando aún estaban los más pequeños, seguido luego, en el momento de la charla, por un gran entusiasmo por saber algo más acerca de ese misterio que es el Cosmos. No faltaron las preguntas y los comentarios de asombro al escuchar las respuestas.
Queremos agradecer por este medio, la amabilidad que tuvieron todas las personas que nos esperaron pacientemente, esa noche tan agradable de otoño, y tal vez muy pronto, nos volvamos a reunir, para volver a observar el cielo. Accedan a nuestra página web, donde siempre publicamos nueva información. Y no dejen de enviarnos sus consultas y comentarios.
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