BinocularesPor Marta Santos

Observar el cielo requiere espacio y por eso se recomienda elegir un lugar abierto que proporcione un campo de visión lo más amplio posible. Un ejemplo puede ser la montaña, que presenta también la ventaja de tener un aire más puro.

 

Consejos para la observación nocturna

Exceptuando la observación de la Luna, que acepta prácticamente cualquier condición, el primer consejo es situarse en un lugar alejado de toda fuente importante de luz para observar todos estos fenómenos: evite la ciudad, donde se sitúan las luces que merman la observación y en la cual la contaminación crea un "velo" opaco en el que se reflejan las luces. Para apreciar la ventaja que ofrece la noche, aléjese de las grandes aglomeraciones urbanas con el fin de obtener un cielo lo más oscuro posible. Por la misma razón, evite las noches de luna, sobre todo cuando está prácticamente llena puesto que su intensa claridad perjudica fuertemente la observación. Sabiendo que el ojo requiere un tiempo de adaptación a la oscuridad (aproximadamente de 15 a 30 minutos) para desarrollar sus plenas capacidades en estas condiciones, un rayo luminoso intenso (faro de coche, linterna...) "destruye" este hábito y reduce fuertemente sus capacidades, incluso con la fuente luminosa ya apagada, y esto, de nuevo durante unos 15 minutos. Para evitarlo, ponga una banda adhesiva opaca, preferentemente roja, sobre la linterna, que no dará entonces más que la cantidad de luz estrictamente necesaria para permitir la lectura de un mapa celeste, por ejemplo.

 

Observación con binoculares

Los prismáticos son muy útiles cuando se desea observar objetos astronómicos grandes y brillantes. Gracias a ellos nos es posible distinguir la forma de los cráteres lunares. Pero sobre todo, y a pesar de la distancia que nos separa de la Luna, se puede observar el relieve de estos cráteres, la línea de separación entre la parte iluminada y la parte oscura de la Luna. La impresión de relieve la producen los juegos de sombra y de luz en esta zona de la Luna donde la luz del Sol se refleja en un ángulo rasante. Este espectáculo, por su sencillez de observación, constituye una buena introducción a la observación de los astros.

Los prismáticos son muy prácticos para la observación de objetos difusos como las nebulosas y algunos pasos de cometas. La razón se debe a su naturaleza misma: los prismáticos no aumentan demasiado las imágenes, pero sin embargo ganan en luminosidad. Los objetos extensos se pueden ver en su totalidad gracias a su amplio campo visual (lo que puede no ser el caso de un telescopio), con una claridad y un contraste mucho más elevado que a ojo desnudo.

m42La nebulosa de Orión es sin duda una de las más luminosas y fáciles de localizar. Se sitúa en la constelación de Orión, una constelación bien visible en invierno, bastante grande y muy fácilmente identificable debido a su forma rectangular y a las tres estrellas que forman el “cinturón de Orión”. Se puede observar igualmente el montón de las Pléyades (astronomía), un cúmulo estelar abierto compuesto de una quincena de estrellas y que podemos localizar prolongando una de las diagonales del rectángulo de Orión hacia el noroeste, encontrándose las Pléyades cerca de este eje.

Lo más difícil aquí es la identificación de las principales constelaciones. Con experiencia, y con la condición de que los prismáticos estén bien estabilizados y con unas excepcionales condiciones atmosféricas, los observadores dotados de una buena visión podrán distinguir los cuatro satélites galileanos de Júpiter, incluso con unos simples 8 x 35.

 
Elección de los prismáticos

Sus características están determinadas por dos números: el primero indica los aumentos, el segundo el diámetro o abertura de las lentes de adelante, llamadas objetivos. De esta forma, mientras un ornitólogo podría preferir unos prismáticos compactos de 8x35, a un observador de astros le podrían resultar más útiles unos de 10x50.

Las lentes donde acercamos los ojos para ver, se llaman oculares. Para observar con nitidez, tenemos que hacer girar el enfoque de cada ocular. Cerrando un ojo, ajustamos el enfoque de un ocular; luego hacemos lo mismo con el otro. El regulador de enfoque en algunos modelos puede estar separado: para el ojo izquierdo se encuentra en el centro del binocular; para el derecho en el propio ocular derecho.

binocular Hokenn Orbital 10x50 antirreflex azul

Elementos de un binocular o prismático
 
Consejos sobre técnicas de observación

Es muy recomendable fijar el prismático a un trípode (uno de fotografía, por ejemplo) para afirmarlo, asegurar una observación cómoda y ayudar al observador a no perder el campo del objeto. Algunos modelos de prismáticos vienen equipados con un gancho para trípode para fijarlo fácilmente, pero un poco de cinta adhesiva hace el trabajo en un segundo. Ajuste los prismáticos para obtener la mejor imagen posible enfocando y ajustando la distancia entre los oculares para que se ajusten a sus propios ojos. Si usted usa anteojos para el astigmatismo, probablemente querrá dejárselos puestos. Si no es así, debería poder enfocar bien los prismáticos sin necesidad de usar sus anteojos.

Advertencia Importante: nunca intente observar el Sol con prismáticos. Existen filtros solares especiales para binoculares, pero son difíciles de encontrar. En observación directa, el poder de la luz concentrada quemaría sus ojos irreparablemente. Un ejemplo similar a lo que ocurre sería prender un fuego con una lupa en un papel o en un trozo de madera.

 

Observaciones con un telescopio refractor

Un telescopio refractor es un elemento que está constituido por diversas lentes y que enfoca los rayos luminosos hacia un punto llamado foco. El rol del visor situado después del foco es el de formar la imagen para que sea visible al ojo, además de aumentarla. Un buen telescopio refractor es un elemento que uno mantiene por el resto de su vida, incluso después de la adquisición de un telescopio más grande.

El telescopio refractor, por su abertura reducida (por lo tanto menos luminosa), se adapta especialmente para la observación de la Luna y los planetas. Un modelo de 60 mm de diámetro permite observar muchos detalles en éstos. A pesar que la claridad de un telescopio refractor pequeño es menor que la de un buen par de prismáticos, permite alcanzar un mayor aumento para observar detalles de una manera más cómoda.

Júpiter es un planeta que no deben dejar de observar los primerizos equipados con un telescopio refractor. Su observación nos permite ver las mayores acompañantes del planeta que son las lunas Galileanas, así como también claros detalles de su superficie. Nos muestra cuánto es la observación astronómica un trabajo de paciencia. La gente que espere obtener gran entretenimiento tendrá que cambiar a un telescopio más poderoso para no desilusionarse, pero su uso requiere manejar bases de astronomía. Los que prefieran esperar por otra cosa para satisfacer la infinita curiosidad serán compensados por este universo en el cual los más pequeños detalles nos llevaron a los más grandes descubrimientos. Fue con un telescopio mucho menos efectivo que los que tenemos al alcance hoy en día, con el cual Galileo descubrió las lunas de Júpiter, y con el que se convenció de que Copérnico tenía razón: ¡La Tierra se mueve!

Con un telescopio refractor, también es posible seguir las fases de Venus y el cambio de su diámetro visible con el paso de los meses. Marte aparece como un disco anaranjado, pero por lo general sin el más mínimo detalle. Es posible, de todas maneras, observar la fluctuación de su diámetro a lo largo del año. En una buena configuración entre Marte y la Tierra, cuando el planeta rojo está más cerca, es posible distinguir su casquete polar.

El planeta más distante que se puede observar con un telescopio refractor es Saturno. Si las condiciones de observación son buenas, revela el hermoso espectáculo de sus anillos. Uno puede seguir el cambio de su apariencia. En 2002, fueron vistos de frente, y serán vistos de perfil en 2010. Entonces serán completamente invisibles y será necesario esperar dos o tres años para poder verlos al telescopio nuevamente. Por mientras, su apariencia cambia de año a año. Con la experiencia también es posible distinguir Titán.

Utilizando filtros especiales para protegerse de la fuerte luz, el telescopio refractor es un instrumento perfectamente apropiado para la observación del Sol.

 

Elección del telescopio refractor

El principal problema óptico de los telescopios refractores es la aberración cromática. Esto se produce cuando se observa un planeta, la Luna, o una estrella brillante con gran aumento, se ve rodeada por un brillo difuso de color desenfocado, usualmente azul o violeta. Este efecto puede ser reducido con el uso de lentes de gran distancia focal, pero esto puede resultar en un instrumento poco manejable.

 

Observación con un telescopio reflector

Un telescopio reflector no está compuesto por lentes, sino por espejos. Para aprovechar realmente el poder de un telescopio reflector, es necesario tener un buen lugar de observación, libre y alejado de las luces de la ciudad.

Con un telescopio reflector de 150 mm, el espectador puede distinguir los espirales brazos de algunas galaxias y detalles en varios cúmulos estelares. Con un instrumento así, gran parte de los objetos Messier pueden ser observados con gran detalle. Estos instrumentos también son muy interesantes para la observación de planetas, los cuales revelan, gracias a su mejor poder de resolución, una multitud de detalles como la Gran Mancha de Júpiter, visible con un telescopio de 200 mm, o la división de Cassini en los anillos de Saturno. Se hace posible seguir las alteraciones en la apariencia de los principales planetas del sistema solar con el paso de los meses, y los cráteres de la Luna aparecen con todos sus detalles en el adaptador.

 

Cualquiera sea el tipo de observación, es con la astrofotografía con lo cual se saca mayor provecho a todos estos instrumentos. La incursión en el mundo de la Astronomía de las cámaras CCD conectadas a una computadora, son actuales. Cualquiera sea el caso, el interesado en la astronomía que quiera convertirse en astrónomo aficionado debe comenzar a aprender los principios básicos de la óptica, porque algunos instrumentos de eficiencia óptima no se encuentran en las tiendas.

Tipos de telescopios reflectores

Veamos un poco los telescopios reflectores. Existen dos tipos principales de telescopios reflectores: el Newton y el Schmidt-Cassegrain.

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 Telescopio Tipo Newton           Telescopio tipo Schmidt-Cassegrain 
El telescopio tipo Newton

El telescopio tipo Newton se caracteriza por un tubo bastante largo, algo menor en su distancia focal y se compone de un espejo parabólico principal y un espejo plano alternativo cerca de la abertura principal, orientado a 45°, que refleja la luz hacia afuera a través de un objetivo. La observación se efectúa por el lateral del tubo, que esta abierto y permite que el polvo entre y se deposite en el espejo. Su otro inconveniente es que la temperatura en el interior del tubo es ligeramente superior a la temperatura ambiente (por lo menos al principio de la noche), por lo que el aire más cálido, al escapar, crea turbulencias que perjudican la calidad de la imagen.

La gran ventaja del telescopio reflector sobre el telescopio refractor es quizá su precio de fabricación, lo que permite adquirir por una cantidad razonable un instrumento de un diámetro mayor, pero que a cambio necesita una mayor cantidad de luz proveniente de los objetos luminosos más distantes y débiles. Por otra parte, la aberración cromática no existe con este tipo de instrumento, pero puede producir aberración esférica, a cambio el espejo alternativo reduce en parte el campo de visión, lo que es un inconveniente (pérdida de brillo del orden del 5 al 10%). Es un telescopio que requiere entretenimiento: el espejo principal tiene un cierto grado de libertad en el interior del tubo y puede descalibrarse en algunos casos (por causa de un golpe fuerte, por ejemplo), requiriendo un recalibrado por parte del usuario, es algo que sucede a menudo por ser transportables. Este mismo espejo está cubierto de una fina capa de aluminio que se deteriora al contacto con el aire y tiene una vida de 8 a 10 años, por eso es aconsejable cuidarlo del rocío durante noches de observación.

El telescopio tipo Schmidt-Cassegrain

El segundo tipo, el Schmidt-Cassegrain, junto con su variante, el Maksutov-Cassegrain, se caracterizan por su tubo de escasa longitud y la situación del objetivo en la parte trasera. En estos telescopios, la luz, después de atravesar una lente correctora de cristal (o una lente en el caso del Maksutov) en la entrada del tubo (que esta cerrada), golpea el espejo principal cóncavo y esférico y se refleja en un pequeño espejo convexo fijo, volviendo hacia atrás y saliendo a través del espejo principal, que tiene un agujero en su centro. Este doble recorrido en el interior del tubo consigue reducir apreciablemente su longitud a la mitad, respecto a la distancia focal.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Observaci%C3%B3n_del_cielo  

 


La gran ventaja del telescopio reflector, sobre el telescopio refractor es quizá su precio de fabricación, lo que permite adquirir por una cantidad razonable, un instrumento de un diámetro mayor, pero que a cambio necesita una mayor cantidad de luz proveniente de los objetos luminosos más distantes y débiles. Por otra parte, la aberración cromática no existe en el telescopio reflector, pero puede producir aberración esférica; a cambio, el espejo alternativo reduce en parte el campo de visión, lo que es un inconveniente (pérdida de brillo del orden del 5 al 10%). Es un telescopio que requiere entrenamiento: el espejo principal tiene un cierto grado de libertad en el interior del tubo y puede desalinearse, en algunos casos por ejemplo, al ser desmontado, al recibir un golpe fuerte en el traslado, etc. Esto requiere un recalibrado periódico por parte del usuario, y es algo que sucede a menudo por ser transportables. Otro cuidado a tener en cuenta, es que el espejo está cubierto de una fina capa de aluminio que se deteriora al contacto con el aire y tiene una vida de 5 a 10 años, por eso es aconsejable cuidarlo del rocío durante noches de observación. Cuando el aluminio se deteriora, las imágenes se ven borrosas y pueden aparecer manchas. En esos caso se recomienda retirar el espejo y llevarlo a aluminizar a casas de óptica que conozcan sobre el tema.

Más allá de poder aprender cómo observar y qué observar, a través de miles de sitios en la web que ofrecen consejos para la observación y mapas celestes, nuestra propuesta es que cada usuario de telescopios busque un grupo, una asociación, un club de ciencias, para integrarse, realizar cursos sobre nociones básicas de Astronomía y asistir a las salidas de Observación.

Con un mapa celeste, como el que provee el WINSTARS, CARTES DU CIEL, STARRYNIGHT, etc, y muchas ganas de contemplar el cielo, más allá de las magnitudes y brillos aparentes, encontraremos el éxtasis que produce dicha contemplación… una vivencia tan interior, tan propia, que no existirá tal descripción en ningún sitio de la Web.

Y una frase para recordar: "La armonía del Universo es contagiosa, solo se necesita abrir la mente y dejarla pasar" (Norma Racchiusa)

 

 

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